Columbrianos Villafranca del Bierzo Camino Frances

Día 23 de septiembre de 2020. 14° etapa de este tramo.

Nos levantamos a las 6 de la mañana como todos los días con el canto del gallo de mi móvil. Hoy desayunamos por el camino así que apuramos los previos a la salida y para las 6:35 estamos en carretera.
El tiempo amenaza agua y por la noche ha caído bastante, así que luz frontal y a pasito largo a caminar.
Al cabo de un rato de camino empieza a llover, y paramos en un banco del muro de un cementerio a sacar la funta de la mochila y las capas.
En esos menesteres estábamos, cuando me pareció oír voces. Pensé para mí, joder no serán los muertos los que hablan. Noche oscura los dos solos, bufff. Vuelvo a oír las voces y me digo, esto ya no es imaginacion, miro alrededor con la luz y veo dos paisanos sin luz alguna, ni reflectantes andando por la carretera. Buffffff respiro aliviado, a mis años no es cuestión de creer en ciertas cosas.
Seguimos adelante y tras un buen rato ya entrando en el pueblo Camponaraya encontramos un bar abierto, y paramos a desayunar un café con tostadas. Tras el desayuno continuamos andando que hoy es casi todo carretera.
Saco pocas fotos porque no hay muchas cosas interesantes que me llamen la atencion y los amaneceres son lluviosos, así que no me ilusiona mucho hacer fotos con el movil. Al paso por los pueblos tomo alguna pero poca cosa.
Después de pasar por Cacavelos comienza una subida, se conoce que es para que vayamos entrenando para prepararnos para OCebreiro y el alto del Poio.
Al cabo de un rato nos encontramos con una variante a la derecha. No me fio mucho y voy a mirar la Guía de Eroski, para ver si es variante o no. Como no veo marcas, al final me meto por ella, y cogemos unos caminos vecinales pasando por varios pueblos o aldeas. La señalización no es buena y casi nos perdemos en algunos puntos, pero como llevo el mapa lo miro y seguimos. Al final llegamos caladitos y lloviendo a Villafranca.

Tomo una foto de la Iglesia románica, iglesia de Santiago, que exhibe ante nosotros la Puerta del Perdón , del siglo XII, que hay a la entrada de Villafranca y de inmediato el refugio Ave Fénix. Llegamos junto al castillo y, a mano derecha, bajamos unas escaleras hacia lo primero y prioritario. Tomar una cervecita en los soportales de la Plaza Mayor. Con la cerveza nos sacan frutos secos y unas tapas de queso de oveja.
Tras la cervecita nos vamos al albergue San Nicolás. En recepción no hay nadie y optamos por llamar por Tlf y nos dicen que el albergue está cerrado que sólo tienen habitaciones a pesar de que anuncian el albergue por todas partes y que la noche anterior durmió un amigo mío y una alemana. Le preguntamos el precio de la habitación y nos dice 50€, así que le decimos que no. Y nos vamos a otro que habíamos visto al bajar cerca de la iglesia del siglo XII. Refugio Ave Fénix de Familia Jato.
Una vez aposentados en el albergue, por cierto muy curioso y bonito bajamos a la plaza Mayor a comer un menú del día por 11€. Tras la comida y un cafecito, siesta en el albergue.
Floren y la alemana Elisabet están en la Laguna a 26km de donde estamos, nosotros nos quedaremos a 20km mañana, que Bego anda mal de los pies y las rodillas.
Esta noche cenaremos en el albergue algo de picoteo y tempranito a la cama salvo que haya algo de tertulia, aunque el hospitalero anda mal de las rodillas y no se si no nos mandara acostar pronto. Mientras escribo la crónica esta, estoy en el jardín sentado en un banco de madera mientras Bego me parte almendras y avellanas que hay en dos cajas encima de una mesa.
Después de cenar tertulia con el hospitalero y algunos peregrinos, siempre es interesante estas charlas de sobremesa.
Al cabo de un rato todos a la cama que al día siguiente hay que andar. Os dejo unas fotos del albergue, que es muy curioso e interesante, merece la pena parar en el.