Fasgar Igüeña
Día 5 de septiembre 19ª etapa de este Camino Olvidado hoy 19 km.
Salgo a las 8 de la mañana recién desayunado y dejando a los otros peregrinos que se vayan levantando. Salgo al frío nocturno de la mañana con la luz frontal buscando la salida del pueblo.
Nada mas salir del pueblo comienza la subida que me deja sin aliento, tengo que parar cada poco para coger oxigeno.
Según voy subiendo va saliendo el sol y saco unas fotos al amanecer sale un día muy bonito
Más adelante me encuentro con una fuente donde hay una poesía muy bonita y le hago una foto.
A eso de los 3km llegó al alto de la montaña y veo el paisaje grandioso del campo de Santiago y la historia del mismo.
Allí todavía resuenan los caballos y los gritos de las tropas cristianas y musulmanas en lucha, mientras -según la historia- Santiago les ayuda a vencer a los cristianos.
Saco unas fotos del paisaje y continuo bajando hacia la ermita de Santiago reconstruida que se encuentra abajo y le hago unas fotos según llego a ella en mi caminar y al impresionante paisaje del entorno.
A partir de hay voy bajando en compañía del agua que hay por todas partes camino abajo por senderos cambiantes de tierra y piedras.
El agua cantarina del arroyo cayendo por entre las piedras y pequeñas cascadas me acompaña en todo momento queriéndome contar la historia de esos lugares y de los sitios que va recorriendo.
No puedo por menos de grabar esos sonidos y las cascadas y caídas de agua por entre las piedras.
Por el camino también se ven fuentes de aguas frescas que manan de las montañas y que voy bebiendo
A eso de las 9:30 llegó al mojón del municipio Colinas del Campo de Martín Moro Toledano 5,460km y sigo bajando para buscar el pueblo. Parecía que el pueblo desde el mojón estaba cerca, pero no llegaba nunca. Una bajada por un pedregal tremendo con las aguas del arroyo preguntándome que hacia yo perdido por esas montañas y cruzando el arroyo por puentes de madera una y otra vez.
6 km más abajo encuentro el pueblo del que parecía que estaba cerca y no llegaba nunca. El nombre más largo de España dicen de el, pero creo que hay otro mas largo
Una vez en el pueblo pregunto por el bar. Está cerrado. Así que tras hacer unas fotos al pueblo sigo bajando la interminable cuesta hacia Igüeña.
Al cabo de unos km más de pista bordeando el arroyo y las aguas cantarinas y varias fotos a las fuentes de aguas frescas del monte llegó a Igüeña.
Entro en un bar y me dicen que está cerrado así que voy al otro.
Le llamo al del Albergue mientras me tomo una 1906 y me dice que tardará unos 20 minutos así que me quedo en el bar. Seguido voy ala tienda a comprar cosas para desayunar y llevar en la mochila que no hay bares en todos los sitios
Después me voy al albergue dejo los bártulos y me voy seguido a comer.
Me como una ensaladona enorme y un revuelto de gambas que no se lo salta un caballo y con las mismas al albergue.
Cuando llegó resulta que han venido tres peregrinos más Andrés de Burgos y Pascual y Santos. de Madrid.
No me apetece fregar y me quedo allí hablando con ellos y llega también un ciclista que viene haciendo el Camino.
Más tarde llegaron los tres que durmieron en Fasgar conmigo.
Al de un rato nos vamos todos al bar otra vez a tomar unas cervezas y de paso cenamos. Yo un bocadillo y los demás un plato de lomo con patatas.
Después de cenar vamos a para el albergue a preparar las cosas para mañana marchar. Al ciclista le decimos que habrá un poco de ruido pero no le importa. Dice que se levantará de seguido.
Termino la crónica y para la cama que el cuerpo necesita descanso.
Fasgar Igueña
Peregrino solitario, asciende la empinada cuesta,
Mientras el sol tímido se asoma, en busca de su fiesta.
El cansancio y la falta de aliento intentan frenarlo,
Pero su determinación no lo hará flaquear, no dejará de avanzar.
Las altas montañas le guardan y le guían en su sendero,
Mientras se acerca cada vez más al ansiado encuentro.
El camino descendente revela un paisaje maravilloso,
Donde la historia de batallas y victorias se hizo poderosa.
Dejando atrás la ermita de Santiago, sigue su andar constante,
El sonido de sus pisadas y las piedras, su acompañante.
Las aguas cantarinas le cuentan historias de viajeros y peregrinos,
Que como él, dejaron sus huellas y sueños en esos caminos divinos.
Al final del pedregoso sendero, el merecido descanso llega,
En el albergue de peregrinos, donde la acogida se muestra tierna.
Un buen almuerzo le espera, para recobrar las fuerzas perdidas,
Y así continuar su travesía con renovada alegría y motivación encendida.
Que cada paso en tu Camino Olvidado sea un testimonio,
De coraje, perseverancia y de un espíritu lleno de desafío.
Pues en cada recorrido, encuentras más que un destino final,
Descubres lo mejor de ti mismo, y renuevas tu alma inmortal.