7ª etapa, 9 de junio de 2018
Nos levantamos como todos los días a las 6 de la mañana pero mirando por la ventana, puesto que vemos que hoy habrá lluvia, así que he salido a la calle y está mojada y los cielos están negros de nubarrones cargados de agua.
Nos vamos desperezando mientras nos asearnos un poco y el desayuno. Sacamos unos cafés de la máquina, unos bollos y algo de pan que nos sobró el día anterior, y desayunamos.
Tras desayunar, ponemos las fundas a las mochilas, nos ponemos las capas porque esta jarreando y salimos al camino.
Hoy el objetivo es Puente la Reina que calculamos que habrá como unos 19 o 20 km así que ya sin prisa pero sin pausa, cogemos camino dirección a la meta.
Por el camino Bego andaba mal, le dolía mucho una ampolla a la que a petición de ella le había puesto un Compiz así que llegando a un pueblo, Eneritz dónde vemos una especie de bar Sociedad Eneritz. Entramos, pero dicen que no, que eso es una sociedad, que sigamos que más para adelante habrá un bar, viendo la buena hospitalidad de los vecinos de esa sociedad, seguimos bajo la torrencial lluvia. Bego no puede con el dolor así que como unos 100 metros tengo que parar y en un banco tapándonos Mayka con las capas curarle el pie a Bego, puesto que lo tenía ya casi ensangrentado de la ampolla del compiz que le había puesto. Le quito el Compiz y le coloco una tirita limpiándole con un poco de agua esterilizada que nos dio la francesa y betadine y seguimos por una senda toda embarrada y toda encharcada y el regato corriendo por el camino. Ya nos da lo mismo, estamos mojados de arriba abajo así que vamos viendo las esparragueras que en algunas le van cogiendo ya los frutos.
Maika hoy tiene día de risas viene todo el camino riéndose hasta de las cerezas silvestres que se están comiendo las dos, dicen que a ver si las hacen ir al water. El caso es que al final llegamos a un pueblo Obanos, a 2 km antes de Puente la Reina, a mi este pueblo ya me sonaba y creo que tengo alguna foto del año pasado. Paramos en el, un pinchito, una cerveza, y un café, y vuelve a llover torrencialmente, así que con las capas puestas vamos a por los 2 kilómetros que nos quedan hasta Puente la Reina.
«Cae la lluvia torrencial, mientras el agua corre por los caminos. Las altas hierbas nos mojan los pantalones, y los regatos mojan las botas, pero los peregrinos avanzan imperturbables, impertérritos, como si eso no fuera con ellos, las chicas ríen, no se si de la lluvia o de la imposibilidad de evadirla, van con un único objetivo, el de llegar a su destino. El agua, el frío, los arroyos, nada les detiene, solo avanzan cabeza gacha, los pies resbalando en el barro, y con las botas empapadas. Su objetivo es el llegar pero saben muy bien, que la meta no es la llegada, la verdadera meta es el camino».
Ya por fin llegamos a Puente La Reina el albergue está a la entrada del pueblo y nos registramos. Una vez en la litera organizamos la cama y nos vamos a comprar la comida a un Super que hay. De paso hago unas fotos de la iglesia, y de alguna calle.
Pasamos por la farmacia para comprar unos apósitos para las ampollas de Bego y esparadrapo. Algo de fruta en el mercadillo y la comida y cena para hoy.
Al volver al albergue nos encontramos con el Amigo Roaldo que estaba de visita en Puente La Reina a su hijo . Quedamos para tomar algo luego y nos vamos a hacer la la ducha, lavar la ropa y comer.
Una vez todo echo nos preparamos unos macarrones, con chorizo de Leon, cebolla, y pimentón picante del valle de la Vera que estaban como para comérselos, y eso hicimos, con bastante hambre por cierto.
Tras comer curar las ampollas de Bego y una vez recogida la ropa lavada y seca debido a que pusimos lavadora y secadora, salimos a dar una vuelta por el pueblo y sacar unas fotos. Yo ya tengo algunas de cuando hice el francés el año pasado, pero el puente y algunos edificios captan la atención de mi móvil A Bego le duelen mucho los pies así que nos volvemos al albergue a tumbarnos un rato y mas tarde preparar la cena.
Estando cenando, vino el amigo Roaldo a vernos con su hijo y nieto para que los conociéramos y charlamos un rato con ellos.
Mas tarde a terminar la crónica y a la litera porque me estaban comiendo los mosquitos, y toda la noche me estuvieron picando, se cebaron conmigo.
Galería Fotográfica de la Etapa Tiebas-Puente la Reina.
