27 de abril de 2024 22km.
Está mañana como todos los días a las 6 sonó la alarma del reloj y para arriba.
Recogemos todo y bajamos al comedor a plegar el saco y recoger las cosas además de desayunar los polvos con unas pastas que hemos comprado.
Según estamos desayunando baja Óscar, el médico Sevillano y Mario a desayunar.
Salgo a ver la calle y está muy mojada así que funda a la mochila y capa para nosotros.
Comenzamos a caminar y haciendo fotos, pero al cabo de un rato ya empieza a llover y ya sin parar hasta llegar a Portomarin.
Por el camino paramos en una panadería para tomar un café y un par de pastas de almendras y de paso descansar un poco de la lluvia. Seguido continuamos camino y de repente empieza a nevar con ganas. Así continuamos unas horas sin parar de nevar y llover.
Al fin llegamos a Portomarin y en vez de subir por las escaleras típicas con arco que hay subimos por la carretera hasta medio pueblo y seguido al albergue.
Llegamos a las 12:50 y abren a las 13, así que a esperar. Registro pagar y subir a la litera.
Lo primero quitarnos toda la ropa mojada y bajarla a la lavadora antes de las ocupen. Tenemos suerte y la pillo vacía. Pongo la lavadora 28 minutos, así que la dejo y subo a ducharme y afeitarme rápido y bajar a cambiar la ropa a la secadora.
Cómo la secadora tarda 50 minutos nos vamos a comer a un restaurante. Nos ponen unas raciones enormes de callos con garbanzos y detrás costilla.
Tras comer Bego va a coger la secadora y yo me quedo hablando con Mario y Óscar con un chupito cada uno en la mano.
Seguido al albergue a echar una siestecita y a las 5 a comprar algo para desayunar y mirar el Euro millón. Obviamente no nos toco nada.
Entramos en una tienda comprobar una cosa, y me encuentro que venden navajas de Taramundi. Esta es una marca de navajas que conocí en otro camino y que la tenía perdida. Son unas navajas muy muy buenas, así que me compro una. Es una navaja que corta como ninguna y no hay que afilarla en mucho tiempo, es la mejor navajita que te tenido.
Con la navaja en el bolso nos vamos al albergue y quedamos de cháchara en la sala con varios peregrinos hasta la hora de la cena. Picamos un poco de lo que llevamos y nos tomamos un roibos.
Seguido a escribir está crónica a ratos porque siempre hay cosas que comentar con los otros peregrinos.
A las 9:40 le curo una ampolla a Bego y a la cama que apagan la luz a las 10
Mañana haremos etapa corta. 18km.