Foncebadon Ponferrada Camino Frances

Lunes 21 de septiembre de 2020 12 etapa de este periodo.

Nos levantamos algo más tarde porque los bares para desayunar no abren hasta las 7. Así que organizamos las mochilas nos aseamos, y al llegar la hora salimos al bar a desayunar una tostada con mantequilla y mermelada.
Tras el desayuno volvemos al albergue a cojer las mochilas y con la luz frontal arrancamos la subida a la Cruz de Ferro con una densa bruma ocultandonos el camino y dejand ver justo justo las sombras del los arboles cual fantasmas en la noche del camino.
Llegados a la Cruz de Ferro nos hacemos unas fotos y dejamos las piedras que traíamos. Yo traía una que me encontré que ponía, amor por una cara y por la otra un dibujo. No se de quiens eria pero ally quedo de tesminonio de su viaje y del mio

Tras las fotos de rigor comenzamos la dura bajada hasta el pueblo del Acebo y más tarde Molinaseca.
Tras un rato de bajada Bego se empieza a quejar de las piedras, y la verdad no es Para menos. Son18km de bajada con alguna ligera subida por caminos que son autenticos pedregales.
Paramos 5 minutos en Acebo para mirarle los pies a Bego y seguimos monte abajo por cada, vez peores caminos.
Al final llegamos a Molinaseca y nos sentamos para tomar una cerveza y una tapa que nos dan en el bar.
Tras el descanso decidimos, seguir andando para llegar a comer a Ponferrada. Cojemos carretera adelante, y vemos como el camino, nos lleva dando un rodeo al centro de Ponferrada. Nada más llegar encontramos un restaurante que cobra 15€ por comer pero con lo cansados que vamos tras los 27km recorridos con la bajada de la Cruz de Ferro, no tenemos ganas de andar mucho más.
Nos comemos el menu que fue al menos el mío de garbanzos con callos, muy ricos, y un entrecot con patatas, y flan de cafe.
Se sentó a comer una italiana joven muy guapa que quería continuar 10km mas
Tras la comida nos vamos al albergue de San Francisco y tras el registro de rigor nos cojemos las literas y seguido me voy con bego al hospital de la Reina a que le miren los pies.
Mientras me tomo una cerveza y escribo parte de esta crónica, le curan los pies y le dicen que ande menos, así que le comento la posibilidad de parar un día a darles descanso. A bego le parece bien, así que al volver al albergue se lo comentamos a los hospitaleros, pero nos dicen que no podemos, que si ella trae el certificado médico se podría quedar, pero yo no.
Decidimos andar los 5km que hay hasta el pueblo más cercano y pasar de ellos.
Más tarde Floren y yo nos vamos el 1,5km que hay hasta decathlon. Yo a comprar una capa y el a comprar unas mallas. Seguido al Mercadona a comprar algo para el día cenar y para día siguiente.
Tras comprar recorremos el camino de vuelta y nos preparamos para picar algo en el albergue de cena. Elisabet ya había aparecido y estaba enrollada con un grupo hablando en tres idiomas.
Cenamos y con las mismas a la cama que estábamos muy cansados, de la dura bajada de la Cruz de Ferro. volvemos a hablar con los hospitaleros pero se mantienen en sus trece, así que mañana nos vamos a Columbreros.

Este texto se me ocurrió bajando del monte de la cruz, no se si os gustará.

Caminan por los entrechos senderos,
los peregrinos cansado su andar,
sus ojos estásiados contemplan
la belleza del paisaje al pasar,
andando con paso firme a su destino.
Suben y bajan montañas en un continuo vagar,
transitan durante horas por tortuosas veredas.
Piedras, ramas, árboles, y bosques enteros,
luchan contra las inclemenias, y las
lluvias torrenciales de los cielos.
Saludan el sol que les calienta las mañanas,
la luna que abriga las noches templadas,
y la bruma con su manto, les cubre su deambular,
por esos caminos, valles, montes, Leoneses y castellanos.
Van buscando un destino, y quizas no se den cuenta,
que su verdadera meta no es la llegada,
que su meta……. es el camino.