6 de junio 2018 4 etapa.
Esta mañana nos levantamos tempranito como todos los días, nos vamos a lavar un poquito y al servicio, luego nos vamos a desayunar. Nos han puesto el desayuno, café con leche algunas tostadas. mermelada, mantequilla. y zumo por 4 €.
Desayunamos y salimos del pueblo a buen ritmo buscando el pueblo de Ruesta está como a 11 kilómetros.
Llevamos 10 km andados bordeando el pantano de Yesa y son las 9 de la mañana vamos por un pasillo cerrado por la floresta unos cuántos kilómetros muy estrecho y y frondoso y en algunos puntos con bastante barro, pues llevamos un buen promedio de marcha más o menos 5 km hora.
Cuando salimos del túnel verde, empezamos a subir y vemos el pueblo de Ruesta. Parece un pueblo fantasma todo derruido o a medias, solo esta en pie el albergue y el Bar. Le saco unas cuantas fotos y tiramos por un camino equivocado. Al ver que nos hemos equivocado volvemos para atrás y ya cogimos el bueno todo embarrado y encima, se pone a llover.
Según dejamos atrás la zona húmeda de Ruesta comenzamos a, subir por una pista y nos tiramos subiendo unos 5 km hasta, alcanzar la cota de los 866 m. Tras picar un platano y un poco de chocolate seguimos andando hasta Undues de Lerma. Una vez allí tomamos un café y vemos que no hay tienda ni nada para comprar excepto el bar y
aunque al parecer es barato decidimos seguir los 10 km más hasta Sanguesa, a pesar de que ya llevábamos 22 km andados. Es curioso que el pueblo de Undués parecía un pueblo fantasma. Ni gente ni perros ni siquiera gatos había por la calle. En los campos no había ganado de ningún tipo, solo unas pocas ovejas en un corral.
Bajamos de Undues a buena marcha y luego ya carretera de Navarra tras tomar unas fotos en el cartel indicador de la frontera, no paramos hasta llegar al albergue, 35 km en la puerta. Todos doloridos y Bego con más ampollas. Creo que quiere hacer colección.
La señora del albergue muy maja y simpática se llama Trini. Nos registra y nos explica todo el sistema. Una vez aquí la rutina, preparar la cama, descalzarnos, ducha (por cierto sin jabonera. señores de los albergues pongan jaboneras, que es muy engorroso tener que dejar el jabon en el suelo) afeitado y lavar ropa. Al final hemos puesto secadora porque si no, no se seca.
Luego a comer un menú, 10€ más barato que en el albergue de Artieda, y mucha más cantidad, allí eran muy cutres, cobrar mucho y dar poco.
Nada más comer al albergue, a ordenar las cosas e ir a comprar para cenar y comer mañana, así como para preparar los bocadillos de media mañana. También pasar por la farmacia a comprar unos apósitos para bego, y paracetamol para Mayka, y para mi una pomada antipicaduras, que me comen los mosquitos
Después descansar un rato hasta la hora de cenar.
Después de hacer la cena y cocer unos huevos para el día siguiente, a dormir, que estamos muy cansados y las 6 nos dan enseguida.
Galeria fotografica de la etapa Artieda Sanguesa