21 de septiembre de 2024 33,200km. Segunda etapa de este Camino de Invierno.
Hoy me levanto bien al toque del despertador a las 6. Recojo todo pero se me olvida el cargador y el cable y sin el me voy.
Bajo a la cocina a desayunar café, tostadas con mantequilla, mermelada y galletas
Tras desayunar me acerco a la puerta a ver el tiempo y veo que jarrea agua a como si se hubieran abierto los cielos, así que me lo pienso si merece la pena salir con ese aguacero y noche cerrada. Decido aguantar un poco y espero hasta las 8.
Miro a ver y veo que llueve menos y esta amaneciendo. Justo acaban de bajar dos extranjeros que también durmieron en casa Aida Socorro.
Forro a la mochila, luz frontal y capa saliendo al camino y empezar la caminata de 32 km que me espera.
Según salgo del pueblo veo dos ojos que brillan andando por el camino hacia mi, y me tenso un poco. era grande para ser gato, pero pequeño para vaca. Sigo adelante y veo que eran dos perros, uno mastín y el otro más pequeño. Paso por su lado ignorandoles y ellos más a mi, que yo a ellos. Voy subiendo al alto de las Pedrices y al de un poco comienzo a bajar.
Durante un rato y unos kms bajando llego al pueblo de Puente de Domingo Flores.
Tras recorrer el pueblo. Llego a una gasolinera a comprar el cargador que me deje en el albergue. Compro el que tienen uno de 2 amperios, que tardará una semana en cargar el móvil.
Voy haciendo km con subidas y bajadas como en un tío vivo. Yo creí que como el camino va por la rivera del río Sil, sería más llano, pero nada de nada, sube y baja hasta llegar al pueblo de Sobradelo.
Paro a tomar una cerveza, y como no es una 1906, ya son las 12 y tras 4 horas seguidas andando ya estoy bastante cansado. Le pregunto al del bar cuanto falta para O Barco y me dice que 7 km pero que es todo llano. Ese hombre no ha hecho ese camino en su vida. Todo subidas y bajadas rompe piernas.
A eso de las 14: 30 y con 29,9km recorridos le llamo al del albergue para decirle que ya estoy en el pueblo pero que me quedo a Comer.
Pregunto a unos vecinos y me dicen. Que 4 calles más abajo hay un bar en plan platos combinados y Burger el Despiste o algo así.
Tras dar unas vueltas por las calles lo encuentro. Entro y pido un plato combinado de chuleta de ternera, huevos, patatas y ensalada y una cerveza 1906.
Ya comido y con un cafecito en el estomago algo mas descansado me salgo para ir al albergue.
Cuando salgo del bar enfilo el camino y los 3 km que me faltan hasta el albergue. Por el camino empiezan a sonar truenos y me voy temiendo que va a empezar a llover.
Según voy subiendo un hombre me habla y me pregunta si voy al albergue, y nos quedamos hablando de los caminos. Al decirle yo que voy para arriba no vaya a ser que me moje, el hombre se ofrece a subirme y yo tan cansado estaba que lo acepto. Según arranca el coche ya empieza a jarrear así que en ese km me quito una buena.
Llego al albergue y le llamo al hospitalero. Baja una mujer muy simpática, se llama Bego como mi mujer.
Me explica todo pero me dice que hay una avería y no hay agua. Así que ni ducha. Ni lavado de ropa.
Me deja una botella de leche y otra de agua por si acaso y se va. Poco después la envío las canciones del camino que he creado con unas poesías mías e Inteligencia Artificial para la música y voz.
Me tumbo a descansar a ver si duermo un poco pero no lo consigo.
Más tarde viene el agua y el hospitalero Fernando a decírmelo, de paso le pago se marcha.
Aburrido de estar solo salgo a hacer unas fotos, pero mis piernas y pies me echan la bronca, dicen que ya han andado demasiado. Así que me vuelvo al albergue a seguir escribiendo la crónica.
A eso de las 8:30 me preparo los trastos de la cena y pico de lo que llevo en la mochila, aunque no tengo muchas ganas de cenar.
Seguido recojo todo hablo con Bego, mi mujer y termino la crónica del día.
No ha venido nadie más, así que duermo solo. Todo. El albergue para mi.
Mañana sera otro día.